UC - Críticas
| País: Reino Unido. Año: 2017. Género: Acción.
Dirección: Edgar Wright. Guion: Edgar Wright. Fotografía: Bill Pope. Música: Steven Price. Productora: Big Talk Productions / Media Rights Capital / Working Title Films / TriStar Pictures / Double Negative.
Distribuidora: Sony Pictures Releasing de España. Estreno en España: 7 Julio 2017. |
Interpretación: Ansel Elgort, Lily James, Jamie Foxx, Jon Hamm, Kevin Spacey, Eiza González, Jon Bernthal, Ben VanderMey, Thurman Sewell, Allison King, Lance Palmer, Keith Hudson, Patrick R. Walker, Hudson Meek, Troy Faruk. |
YEAH BABY!
Los coches y conducir vende. O ver cómo otros conducen coches. La saga de Fast & Furious lo ha dejado bien claro desde 2001 (y parece que de una manera u otra va a continuar). Pero no es algo nuevo. No nos vamos a remontar a las road movies. Solo hace falta mirar a un par de clásicos como Taxi Driver (Martin Scorsese, 1976) o Driver (Walter Hill, 1978). O la más reciente Drive (Nicolas Winding Refn, 2011). Otro driver se une a este listado, aunque más joven: Baby Driver. Si hay un atraco, hay un coche. Y todo coche necesita un conductor de primera para salir airosos de la situación. Lo que suele ser menos habitual es que ese conductor sea un joven con problemas auditivos (acúfenos, para ser exactos) que utiliza la música para alejar esos sonidos internos y concentrarse en conducir. Y ese es Baby (Ansel Elgort), que decidirá dejar esa vida de delincuencia por Debora (Lily James), la chica de sus sueños. Pero Doc (Kevin Spacey), cabeza de la banda criminal, no se lo va a poner tan fácil.
SINOPSIS: Baby, un joven y talentoso conductor especializado en fugas, depende del ritmo de su banda sonora personal para ser el mejor en lo suyo. Cuando conoce a la chica de sus sueños, Baby ve una oportunidad de abandonar su vida criminal y realizar una huida limpia. Pero después de ser forzado a trabajar para un jefe de una banda criminal, deberá dar la cara cuando un golpe malogrado amenaza su vida, su amor y su libertad.
No se trata de una fórmula nueva (ni novedosa) pero funciona extraordinariamente bien. Y eso se debe principalmente al muy buen ritmo narrativo y a la dirección de Edgar Wright, que nos lleva demostrando desde hace años que eso de ponerse detrás de la cámara se le da estupendamente. Y que tiene un gusto musical muy a tener en cuenta (ojo a ese B-A-B-Y de Carla Thomas con la que Debora termina de conquistar a Baby). Desde James Brown a The Beach Boys, pasando por Ennio Morricone, T. Rex, Beck (estos dos presentes en la banda sonora de Scott Pilgrim contra el mundo, estrenada en 2010, también llena de canciones), Queen, R.E.M., Simon & Garfunkel o Barry White. Canciones que Wright se encargó de que James Gunn no fuera a incluir en Guardianes de la Galaxia Vol. 2 (y viceversa), la otra gran película de este año que ha mirado y mimado cada una de las canciones seleccionadas y que representan una parte imprescindible de la película.
Completan el reparto otras caras conocidas como Jon Bernthal (Shane Walsh en The Walking Dead y a punto de estrenar nueva serie, The Punisher) Jon Hamm o Jamie Foxx, que parece retomar su personaje de Cómo acabar con tu jefe (Seth Gordon, 2011), pero aun más loco (nunca mejor dicho, porque ese es su apodo en esta cinta). Acción, romance, coches, humor, drama y mucho, mucho ritmo. Y grandes escenas al volante coreografiadas al milímetro que no dejan respirar al espectador. Lo dicho, Wright sabe lo que se hace. Una película de entretenimiento nada desdeñable que es muy consciente de su función y, sobre todo, la cumple, característica poco habitual y que se agradece.
TRAILER